Diferencia entre lana mineral blanca y celulosa
Elegir el aislamiento térmico adecuado es una decisión crucial para garantizar el confort, la eficiencia energética y la sostenibilidad de cualquier edificación. Entre la amplia gama de materiales disponibles, y considerando que cada proyecto tiene sus particularidades –Por ejemplo, cuando hablamos de aislamientos Ourense, las condiciones climáticas específicas de la zona, con inviernos fríos y húmedos y veranos calurosos, junto al tipo de construcción predominante, hacen que la elección del material aislante deba ser especialmente cuidadosa para optimizar el rendimiento energético, la lana mineral blanca y la celulosa se presentan como opciones populares y efectivas. Aunque ambas cumplen la función principal de reducir la transferencia de calor, poseen características distintivas que las hacen más o menos adecuadas según las necesidades específicas del proyecto. Este artículo se enfoca en desgranar sus diferencias clave en el contexto del aislamiento térmico.
Contenido
¿Qué es la Lana Mineral Blanca?
La lana mineral blanca es un material aislante fabricado a partir de rocas volcánicas (como el basalto o la diabasa) o escorias siderúrgicas. El proceso de producción implica la fusión de estas materias primas a altas temperaturas (superiores a 1500 °C) para luego ser transformadas en fibras mediante procesos de centrifugado o soplado. Estas fibras se aglomeran con resinas y se les añaden aceites para repeler el agua, conformando productos como mantas, paneles rígidos o semirrígidos, y borra para insuflado. Su color suele ser grisáceo, verdoso o amarronado, aunque algunas variantes procesadas pueden tener una apariencia más clara, de ahí la denominación «blanca» en ciertos contextos, distinguiéndola de la lana de vidrio que suele ser amarilla.
Propiedades térmicas y otras características:
- Conductividad térmica (Lambda λ): La lana mineral blanca posee una baja conductividad térmica, generalmente entre 0.033 y 0.040 W/(m·K). Esto significa que es muy eficaz para resistir el paso del calor.
- Resistencia al fuego: Es incombustible (Euroclase A1), soportando temperaturas muy elevadas sin generar humos tóxicos ni propagar la llama.
- Aislamiento acústico: Su estructura fibrosa y densidad la convierten en un excelente absorbente acústico.
- Resistencia a la humedad: Es hidrófoba y permeable al vapor de agua, lo que significa que no absorbe agua líquida pero permite la transpiración del cerramiento, evitando condensaciones.
- Durabilidad: Mantiene sus propiedades aislantes durante toda la vida útil del edificio.

¿Qué es la Celulosa?
El aislamiento de celulosa se fabrica principalmente a partir de papel de periódico reciclado (entre un 80-85%), al que se le añaden aditivos como sales de boro (ácido bórico y bórax) para conferirle propiedades ignífugas, insecticidas y fungicidas. Se presenta mayoritariamente en formato de fibra suelta para ser insuflada o proyectada en húmedo.
Propiedades térmicas y otras características:
- Conductividad térmica (Lambda λ): La celulosa tiene una conductividad térmica ligeramente superior a la lana mineral, típicamente entre 0.037 y 0.042 W/(m·K). Sigue siendo un aislante muy eficiente.
- Resistencia al fuego: Gracias a los aditivos, la celulosa es resistente al fuego (Euroclase B-s2, d0 o similar). No propaga la llama y se carboniza lentamente, ofreciendo una buena protección.
- Aislamiento acústico: Es también un excelente aislante acústico, especialmente eficaz para rellenar cavidades y sellar huecos.
- Comportamiento ante la humedad: Es higroscópica, lo que significa que puede absorber y liberar humedad ambiental, ayudando a regularla. Sin embargo, una exposición prolongada a alta humedad o agua líquida puede degradarla si no se gestiona adecuadamente la ventilación.
- Sostenibilidad: Su alto contenido de material reciclado y menor energía incorporada en su fabricación la convierten en una opción muy ecológica.
Comparativa Directa Enfocada al Aislamiento Térmico
Característica | Lana Mineral Blanca | Celulosa | Observaciones |
Rendimiento Térmico (λ) | Ligeramente mejor (0.033-0.040 W/mK) | Bueno (0.037-0.042 W/mK) | Ambas son muy efectivas. La diferencia en λ es pequeña pero puede ser relevante en grosores limitados. |
Aplicación/Instalación | Mantas, paneles, borra. Fácil en obra nueva. | Insuflado, proyectado. Ideal para rehabilitación y cavidades irregulares. | La celulosa se adapta mejor a geometrías complejas rellenando todos los huecos. |
Resistencia al Fuego | Excelente (Incombustible A1) | Buena (Tratada, B-s2,d0) | La lana mineral ofrece mayor seguridad intrínseca frente al fuego. |
Gestión de Humedad | Hidrófoba, permeable al vapor. No retiene agua líquida. | Higroscópica, regula humedad. Sensible al agua líquida. | La lana mineral es más robusta en ambientes húmedos o con riesgo de fugas. |
Impacto Ambiental | Contenido reciclado variable (escoria). Mayor energía incorporada. | Alto contenido reciclado (papel). Menor energía incorporada. | La celulosa es generalmente considerada más sostenible. |
Asentamiento | Mínimo en paneles y mantas. | Puede asentarse si no se instala con la densidad adecuada (insuflado). | La instalación profesional es clave para la celulosa para evitar mermas de rendimiento. |
Coste | Generalmente más cara por m². | Más económica, especialmente en insuflado. | El coste puede variar según formato y complejidad de instalación. |
¿Cuál Elegir para Aislamiento Térmico?
La elección entre lana mineral blanca y celulosa dependerá de varios factores:
- Para obra nueva o grandes reformas donde se abren paredes o cubiertas: La lana mineral blanca en paneles o mantas es una excelente opción por su facilidad de instalación en estas condiciones, su robustez y su superior comportamiento frente al fuego y la humedad.
- Para rehabilitación de edificios existentes, especialmente para rellenar cámaras de aire en fachadas o aislar bajo cubiertas de difícil acceso: La celulosa insuflada es a menudo la opción más práctica y económica. Su capacidad para rellenar completamente las cavidades asegura una barrera térmica continua sin apenas obra.
- Si la prioridad es el máximo rendimiento ignífugo: La lana mineral blanca es la elección indiscutible.
- Si la sostenibilidad y el bajo impacto ambiental son primordiales: La celulosa suele llevar la delantera debido a su alto contenido reciclado y menor energía de fabricación.
- En zonas con alta humedad o riesgo de condensaciones intersticiales: La lana mineral blanca ofrece mayor seguridad gracias a su naturaleza hidrófoba.
- Para un presupuesto ajustado en aislamiento de cavidades: La celulosa suele ser más competitiva.
En resumen, tanto la lana mineral blanca como la celulosa son aislantes térmicos de alta calidad. La lana mineral blanca destaca por su incombustibilidad y excelente manejo de la humedad, siendo ideal para aplicaciones robustas. La celulosa brilla por su sostenibilidad, su capacidad de adaptarse a geometrías complejas mediante insuflado y su buena relación coste-efectividad, especialmente en rehabilitaciones. La decisión final deberá basarse en un análisis detallado de las necesidades del proyecto, las condiciones de la edificación y las prioridades del propietario.