Diferencia entre traductor jurídico, traductor jurado y traductor certificado

La diferencia entre un traductor jurídico, un traductor jurado y un traductor certificado está en el tipo de documentos que pueden traducir y el nivel de validez legal que pueden otorgar a sus traducciones. Mientras que el traductor jurídico se especializa en textos legales sin autoridad oficial, el traductor jurado es el único con el poder de realizar traducciones con carácter legal, indispensables en muchos procesos oficiales. Por otro lado, el traductor certificado garantiza un nivel de calidad en la traducción, pero sin reconocimiento legal formal.

Cuando nos enfrentamos a la necesidad de traducir documentos legales, oficiales o técnicos, es esencial saber qué tipo de traductor es el más adecuado para cada situación. Para este artículo, hemos contado con la colaboración de LinguaVox, una empresa con más de 25 años de experiencia que ofrece traducciones juradas en España en 39 idiomas, así como traducciones certificadas de inglés a los principales idiomas, válidas tanto en el Reino Unido como en los Estados Unidos (USCIS). Gracias a su amplia trayectoria y conocimiento en el ámbito de la traducción, podremos explicar en detalle las diferencias entre los tipos de traductores y cuándo es apropiado recurrir a cada uno.

En el campo de la traducción, las figuras del traductor jurídico, traductor jurado y traductor certificado pueden generar confusión, pero cada uno desempeña un rol específico. Entender las funciones y competencias de cada uno de ellos nos permite tomar decisiones informadas, especialmente cuando tratamos con documentos que requieren precisión y, en algunos casos, validez legal. ¡Sigue leyendo!

¿Qué es un traductor jurídico?

Un traductor jurídico es un profesional especializado en la traducción de textos legales. Esto abarca documentos como contratos, leyes, sentencias, testamentos y otros textos relacionados con el derecho. La particularidad de este tipo de traductor es su conocimiento profundo de la terminología jurídica y de los sistemas legales de los idiomas con los que trabaja. Sin embargo, es importante destacar que, aunque un traductor jurídico tiene una sólida formación en el ámbito legal, no cuenta con la autoridad oficial para otorgar validez legal a sus traducciones.

Un traductor jurídico trabaja en colaboración con despachos de abogados, empresas, o instituciones gubernamentales que requieren la traducción de documentos internos, pero en estos casos las traducciones no tienen que cumplir con requisitos legales de certificación o juramento. Es decir, el traductor jurídico asegura la exactitud y precisión del contenido traducido, pero no confiere carácter oficial a sus traducciones.

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¿Qué es un traductor jurado?

El traductor jurado es aquel que, tras un proceso de acreditación, ha sido nombrado por el Ministerio de Asuntos Exteriores de España o por una autoridad similar en otros países. Este traductor está autorizado para realizar traducciones oficiales de documentos que requieren validez legal, como títulos académicos, certificados de nacimiento, contratos de compraventa de inmuebles, entre otros. Al finalizar su trabajo, el traductor jurado estampa su firma y sello, lo que otorga a la traducción el carácter oficial necesario para ser aceptada por organismos judiciales y administrativos.

Es importante subrayar que la figura del traductor jurado varía de un país a otro, pero en todos los casos es el único profesional que puede garantizar que un documento traducido sea legalmente válido en otro idioma, sin que sea necesario un proceso adicional de validación. En España, por ejemplo, las traducciones juradas son un requisito fundamental para procesos como la legalización de documentos para uso en el extranjero. Si deseas más información sobre este tema, puedes consultar directamente a un traductor jurado.

¿Qué es un traductor certificado?

Un traductor certificado es aquel que ha sido acreditado por una organización profesional o institución que garantiza su competencia en la traducción, pero que no tiene la autoridad legal para otorgar carácter oficial a las traducciones que realiza. La acreditación certifica que el traductor ha demostrado un nivel elevado de competencia, y que sus traducciones cumplen con los estándares de calidad exigidos por dicha organización.

Este tipo de traductor es ideal para proyectos que requieren precisión y alta calidad, pero que no necesitan un reconocimiento legal, como la traducción de textos académicos, comerciales o técnicos. En muchos casos, las empresas o instituciones pueden solicitar una traducción certificada para garantizar que la traducción ha sido realizada por un profesional competente, aunque esta no tendrá validez ante tribunales o autoridades gubernamentales sin un proceso adicional de juramento.

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¿Cuándo recurrir a cada tipo de traductor?

Ahora que conoces las diferencias entre traducciones jurídicas y traducciones juradas, debes saber que la elección entre un traductor jurídico, jurado o certificado depende principalmente del tipo de documento y de los requisitos legales del proceso en el que se utilizará la traducción.

A continuación, se detallan las situaciones en las que es necesario contratar a cada uno:

  • Traductor jurídico: Se recurre a un traductor jurídico cuando el documento a traducir es de naturaleza legal, pero no se necesita que tenga carácter oficial. Por ejemplo, cuando una empresa necesita traducir un contrato para su uso interno, pero no requiere presentarlo ante ninguna autoridad externa. En este caso, lo más importante es que el traductor tenga un profundo conocimiento del lenguaje y las estructuras legales, garantizando que la traducción refleje fielmente el sentido del documento original.
  • Traductor jurado: Un traductor jurado es necesario cuando se requiere que la traducción tenga validez legal. Esto sucede en situaciones como la presentación de documentos ante un tribunal, la inscripción de títulos universitarios obtenidos en el extranjero o la formalización de contratos internacionales. Las traducciones realizadas por un traductor jurado son reconocidas oficialmente tanto en el país de origen como en el extranjero, siempre que estén debidamente selladas y firmadas.
  • Traductor certificado: Los traductores certificados son ideales cuando la precisión y calidad de la traducción son necesarias, pero no se requiere una validación legal. Este tipo de traducciones suele utilizarse en entornos académicos, técnicos o comerciales, donde la confianza en el traductor es esencial, pero no se necesita que la traducción sea presentada ante un organismo oficial.

En función de nuestras necesidades, será importante elegir el tipo de traductor adecuado para asegurar que nuestros documentos cumplen con los requisitos legales y de calidad necesarios. Si bien cada uno tiene un ámbito de actuación específico, todos son indispensables para asegurar la precisión y fidelidad de los documentos traducidos.

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