Diferencia entre despido improcedente y despido procedente

El despido improcedente se caracteriza por carecer de una justificación válida según las normativas laborales, llevando consigo una compensación económica obligatoria. En contraste, el despido procedente se sustenta en motivos legítimos, puede o no implicar indemnización, y deja al trabajador en situación de desempleo. La readmisión solo es posible en casos de despido improcedente, mientras que los salarios de tramitación se aplican en esta situación si se opta por reintegrar al empleado. La base legal, las causas, las condiciones contractuales, y la duración del proceso difieren entre ambos tipos de despidos.

En el ámbito laboral en España, la terminación de la relación laboral puede clasificarse como despido procedente o improcedente, dependiendo de diversos factores.

La impugnación de estas decisiones lleva a un proceso judicial que culmina con la determinación de la procedencia o improcedencia del despido.

Al explorar las distinciones entre el despido improcedente y el despido procedente, aspectos fundamentales que deben considerarse, especialmente en el contexto legal, surgen ante nosotros. Por ejemplo, en Barcelona, donde las complejidades legales pueden añadir capas adicionales a estas situaciones, los abogados Barcelona desempeñan un papel crucial al proporcionar orientación especializada. ¡Vamos allá con despidos improcedentes vs despidos procedentes!

Clasificación de los despidos e impugnación

En base a la causa alegada, en España se pueden gestionar distintos tipos de despidos: disciplinarios o por causas objetivas (que, según el número de empleados afectados, pueden ser colectivos).

Por otra parte, cuando un empleado se ve despedido, tiene la opción de iniciar un procedimiento de impugnación del despido si no está de acuerdo con la decisión empresarial.

En un primer momento, será necesario presentar una papeleta de conciliación ante la unidad o servicio de mediación, arbitraje y conciliación correspondiente, dependiendo de la comunidad autónoma.

Si no se logra un acuerdo entre el empleador y el trabajador afectado durante este acto de conciliación, será esencial recurrir a la vía judicial.

Este proceso culminará con una sentencia en la cual el juez, tras examinar las pruebas y argumentos presentados por ambas partes, determinará la procedencia, improcedencia o incluso la nulidad del despido.

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Así, ningún despido es considerado procedente, improcedente o nulo hasta que concluya el procedimiento iniciado con la impugnación de la decisión extintiva por parte del trabajador afectado.

¿Qué es un despido improcedente?

Un despido improcedente es aquel cese laboral en el cual la empresa prescinde de los servicios de un trabajador sin justificación válida o proporciona argumentos insuficientes para respaldar la decisión.

En otras palabras, se considera improcedente cuando la terminación del contrato no se ajusta a las normativas laborales vigentes o no cumple con los requisitos legales establecidos para un despido justificado.

Este tipo de despido puede derivar en indemnizaciones y readmisiones para el empleado afectado, según lo estipulado por la legislación laboral correspondiente.

Despido objetivo improcedente

Un despido objetivo es improcedente cuando no está fundamentado en causas como ineptitud, inadaptación a cambios técnicos, causas económicas u organizativas.

La falta de justificación válida o defectos formales puede llevar a la improcedencia.

Despido disciplinario improcedente

En un despido disciplinario, la autoridad judicial verifica si la conducta grave y culpable del trabajador se ajusta a las causas contempladas por la ley.

La desproporcionalidad del cese también puede determinar la improcedencia.

Consecuencias de la improcedencia

Cuando se declara improcedente un despido, el empleador puede enfrentarse a decisiones cruciales que repercuten en el futuro laboral del trabajador.

En este escenario, los abogados Madrid u otras ciudades españolas, con su experiencia en legislación laboral, desempeñan un papel esencial.

La empresa tiene la opción de readmitir al empleado, abonando salarios de tramitación, o puede optar por la indemnización, cuya cuantía varía según la fecha del contrato.

Esta indemnización puede situarse en 33 o 45 días por cada año trabajado, marcando una diferencia significativa en las implicaciones financieras y legales para ambas partes involucradas.

¿Qué es un despido procedente?

Un despido procedente es la terminación del contrato laboral de un empleado que se realiza conforme a las normativas legales y justificaciones válidas establecidas por la empresa. En este caso, la decisión de prescindir de los servicios del trabajador se ajusta a las leyes laborales vigentes y a las condiciones estipuladas en el contrato de trabajo.

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Puede basarse en motivos como incumplimiento grave de las obligaciones laborales por parte del empleado. Al contrario del despido improcedente, un despido procedente se lleva a cabo de manera acorde con las disposiciones legales y no suele conllevar las mismas repercusiones indemnizatorias o de readmisión que caracterizan a los despidos improcedentes.

Consecuencias de la procedencia

En caso de despido procedente, se confirma la pérdida del empleo sin indemnización en los casos de despido disciplinario.

En despidos por causas objetivas, se paga una indemnización de 20 días por año trabajado, con ciertos límites.

Principales diferencias entre despido improcedente y despido procedente

  • Justificación del despido: En el despido procedente, la causa se respalda legalmente; en el despido improcedente, puede carecer de justificación válida.
  • Indemnización: El despido procedente puede o no implicar indemnización; el despido improcedente siempre conlleva una compensación económica.
  • Readmisión: Solo en el despido improcedente, el empleador puede optar por readmitir al trabajador.
  • Salarios de tramitación: Se aplican en el despido improcedente si se opta por la readmisión.
  • Situación de desempleo: En el despido procedente, el trabajador queda en situación de desempleo; en el despido improcedente, puede ser readmitido.
  • Base legal: El despido procedente se fundamenta en motivos legítimos y justificados; el despido improcedente carece de una justificación sólida según las normativas laborales.
  • Causas: En el despido procedente, las causas suelen estar relacionadas con el comportamiento del trabajador; en el despido improcedente, las razones pueden ser diversas, incluyendo fallos en el proceso de despido.
  • Condiciones contractuales: El despido procedente sigue las condiciones estipuladas en el contrato de trabajo; el despido improcedente puede ir en contra de dichas condiciones.
  • Pruebas y Argumentos: En el despido procedente, la empresa presenta pruebas y argumentos sólidos; en el despido improcedente, la falta de sustento legal puede debilitar la posición del empleador.
  • Duración del proceso: El proceso legal para resolver un despido procedente tiende a ser más rápido; en el despido improcedente, la complejidad de la situación puede alargar el procedimiento legal.

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